El viernes, un poderoso sismo de magnitud 7,5 se sintió en la isla de Sulawesi, en Indonesia, lo que provocó un enorme tsunami de 3 metros que devastó la región y dejó como saldo más de 1.200 muertos.
En Palu, la capital de Sulawesi Central, los daños han sido devastadores: barcos del tamaño de un edificio han sido arrastrados hasta la orilla, deslizamientos de tierra han bloqueado arterias principales y, en toda el área, familias se ven forzadas a excavar entre los escombros buscando a sus seres queridos desaparecidos.
"Aunque aún no conocemos la magnitud de la crisis", declara Tom Howells, director de implementación del programa Save the Children, "Sabemos que es inmensa, con daños catastróficos en varias áreas". A medida que aumenta el número de muertes, el gobierno intenta frenar la propagación de enfermedades enterrando los cuerpos en fosas comunes.
Estas fotos, tomadas desde el aire sobre las ciudades de Palu y Donggala, muestran la devastación generalizada consecuencia del tsunami.
Este post fue traducido del inglés.