Ella regresó a su peligroso país de origen después de sufrir un aborto espontáneo en un centro de detención de EUA

    E. es una inmigrante que regresó a El Salvador para estar con sus dos hijos, a pesar de que ahí fue violada y perseguida por pandillas.

    Dos meses luego de sufrir un aborto espontáneo dentro de un centro de detención para inmigrantes en los EE. UU., E. regresó voluntariamente a El Salvador, país del que intentaba escapar por miedo a un grupo de pandilleros que la había violado hace dos años y continúan amenazándola hasta el día de hoy.

    "No me siento segura. No duermo; no tengo hambre. Tengo un miedo constante de que algo me suceda a mí o a mis hijos", le dijo a BuzzFeed News por teléfono. "Me siento incluso más en peligro que antes. ... No quiero perder los dos hijos que me quedan". Se está quedando con su madre y todavía está tratando de hacer el luto del bebé que perdió.

    BuzzFeed News no divulgó el nombre completo de E. ni los nombres de otras personas y lugares específicos ya que ella se encuentra en peligro por parte de los pandilleros y las autoridades de El Salvador. Amnistía Internacional informa que las mujeres pueden ser procesadas por homicidio agravado tras sufrir abortos espontáneos.

    "Es crimen ser mujer en este país", le dijo a BuzzFeed News.

    Su plan era regresar a casa y recuperar su salud fuera de un centro de detención, tomar a sus dos hijos, ambos menores de 12 años, e intentar volver a hacer el complicado viaje a los Estados Unidos. Pero una sentencia reciente del Fiscal General Jeff Sessions podría alterar sus planes drásticamente.

    Una noche de diciembre de 2016, E. regresaba a casa de visitar a una amiga cuando varios hombres la siguieron por la calle y la obligaron a punta de pistola a entrar con ellos a una casa abandonada. Uno de ellos, miembro de la pandilla Barrio 18, la violó mientras otros montaban guardia afuera.

    "Me dijo que si no abría las piernas, me iba a clavar un cuchillo entre las piernas. Me dijo que yo era una mujer soltera, y él miembro de una pandilla; y que tenía el derecho de hacerle esto a una mujer". Eso le dijo a los funcionarios de inmigración de los Estados Unidos en la prueba de miedo creíble, que es una entrevista inicial para determinar si alguien estaría en riesgo si fuera devuelto a su país de origen.

    "Me dijo que las mujeres como yo no tenemos derecho a nada más que sexo, sexo y sexo, y que no tenemos derecho a ninguna otra cosa", dijo en la entrevista, cuya transcripción oficial fue vista por BuzzFeed News.

    Luego de cuatro o cinco horas, los miembros de la pandilla la llevaron a su casa. El hombre que la violó le dijo que no saliera y que pondría pandilleros a vigilarla.

    "No sé cómo obtuvo mi número de teléfono", dijo en la entrevista, "pero me llamó y me dijo que me iba a matar".

    E. realizó la denuncia policial de todos modos, donde le dieron un número de referencia para que use en lugar de su propio nombre como medida de seguridad. Pero cuenta en su entrevista que el día después de la denuncia recibió una llamada del pandillero que la había violado. Dijo que ya sabía que había ido a la policía y que estos trabajaban para la pandilla.

    E. también cuenta en su entrevista con el gobierno que desde sus 11 años fue víctima de abuso físico por parte de un hombre. Lo denunció a la policía varias veces, pero cada vez que lo arrestaban, era liberado al correr de la semana.

    Luego de casi un año y medio de continuas amenazas por parte de la pandilla, E. escapó de El Salvador en marzo para buscar refugio en los Estados Unidos. Mientras realizaba el viaje, un miembro de la pandilla MS-13 la amenazó de muerte a través de las redes sociales.

    Estaba embarazada de cuatro meses cuando llegó a la frontera y le dijo a los agentes de la patrulla fronteriza que estaba buscando asilo. Durante su detención en San Luis, Arizona, comenzó a sangrar profusamente, y aunque pidió ayuda en repetidas ocasiones, dice que las autoridades ignoraron sus pedidos y terminó sufriendo un aborto espontáneo.

    Finalmente, días después de hablar con BuzzFeed News sobre su aborto y la negligencia médica que ella y otras mujeres alegan que sufrieron a manos del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza e Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos., E. solicitó un retorno voluntario para regresar a El Salvador. Regresó a principios de julio.

    "No lo soportaba más. Sentí que no podría continuar allí. Yo solo quería tener a mi hijo en mis brazos y no me ayudaron", dijo, refiriéndose al bebé que perdió.

    "No tienen corazón; no me quisieron ayudar", le dijo a BuzzFeed News. Otro motivo por el que regresó fue que no estaba claro cuánto tardaría en traer a sus otros dos hijos para que se unieran a ella en los Estados Unidos, incluso si se le concedía el asilo.

    El ICE y el CBP respondieron al artículo original de BuzzFeed News sobre el tratamiento de E. haciendo referencia a sus directrices escritas sobre la detención de mujeres embarazadas.

    E. está buscando una manera de volver a salir de El Salvador pronto, y esta vez se quiere llevar a su hijo e hija con ella de inmediato. "No quiero perder a los dos hijos que me quedan", dijo E.

    Ha tomado la precaución de llevarse todos sus registros de Estados Unidos, incluso la documentación de su entrevista de miedo creíble.

    Pasó su entrevista de miedo creíble, lo que significa que los funcionarios del Servicio de Aduanas e Inmigración de Estados Unidos coincidieron en que demostró suficiente preocupación por estar en peligro en El Salvador y que su caso de asilo debería ser escuchado en su totalidad por un juez de inmigración.

    Pero hay un nuevo obstáculo en su camino: una resolución del Departamento de Justicia de junio en la cual el Fiscal General Jeff Sessions determina que la violencia de pandillas y la violencia doméstica ya no son consideradas por el gobierno de los Estados Unidos como causales para solicitar asilo. Caen en la categoría de "violencia particular", argumenta Sessions, a diferencia de la "persecución grupal que el gobierno no puede o no quiere abordar".

    Sessions escribe que "El mero hecho de que un país tenga problemas para controlar ciertos crímenes, como la violencia doméstica o la violencia de pandillas, o que ciertas poblaciones sean más vulnerables a dichos delitos, no puede por sí mismo ser causal para una solicitud de asilo".

    El Departamento de Justicia remitió a BuzzFeed News a una declaración de junio que reitera que las "víctimas de crímenes personales" no entran en la definición de "individuos que han sido perseguidos, o que tienen un temor bien fundado de persecución, a causa de ser parte de un 'grupo social particular'".

    Sessions escribió en su resolución que los solicitantes de asilo deben demostrar que están siendo perseguidos por ser parte de un grupo social bien definido que esté siendo específicamente atacado. Agregó que las víctimas de la violencia de pandillas y la violencia doméstica probablemente no conseguirían caer en esta categoría según esta nueva resolución.

    Un representante del Departamento de Justicia se negó a hacer comentarios más allá de la declaración del mes pasado. El Departamento de Seguridad Nacional no respondió a la solicitud de comentario.

    Alex Mensing, coordinador de proyectos para Pueblo Sin Fronteras, ha estado en contacto con E. desde que se unió a una de las caravanas de migrantes del grupo en México camino a los Estados Unidos en marzo.

    "Este es el tipo de cosa que se aplicaría a alguien como E.: Tiene una situación en la que el gobierno de los EE. UU. no quiere reconocer que las pandillas se han convertido prácticamente en el Estado, y ser perseguido por una pandilla es como ser perseguido por el Estado", dijo.

    Según Irena Sullivan, asesora principal de política de inmigración del Tahirih Justice Center, una organización sin fines de lucro que defiende a mujeres y niñas que huyen por razones de violencia de género, la decisión de Sessions ya podría estar generando resultados más negativos para las mujeres que solicitan asilo.

    "Esta decisión es muy perjudicial para las mujeres atacadas por las pandillas, incluso si intentaron ponerse en contacto con la policía y fueron ignoradas", dijo. "La carga para las mujeres ahora es mucho, mucho más alta de mostrar que el gobierno en realidad condonó la violencia y no fue meramente ineficaz para protegerlas. Esto ignora la realidad de las experiencias de las sobrevivientes en su país, y la naturaleza extrema de las amenazas que enfrentan".

    Sullivan dijo que las reglas pueden permitir que los agentes de asilo de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de EE. UU. las rechacen más fácilmente durante las entrevistas de miedo creíble, incluso antes de tener la oportunidad de presentarse ante un juez de inmigración que pueda hacer una evaluación más matizada de sus casos.

    Poco después del fallo de Sessions el mes pasado, el presidente Trump tuiteó: "No podemos permitir que tantas personas invadan nuestro país. Cuando alguien entra, debemos inmediatamente, sin jueces ni proceso judicial, llevarlos de vuelta de donde vinieron".

    We cannot allow all of these people to invade our Country. When somebody comes in, we must immediately, with no Judges or Court Cases, bring them back from where they came. Our system is a mockery to good immigration policy and Law and Order. Most children come without parents...

    Diversos grupos de derechos humanos dicen que bandas como Barrio 18 y MS-13 son conocidas por atacar a mujeres y tienen mucho poder en Centroamérica y los Estados Unidos.

    "Están en connivencia con la ley", dijo Marselha Gonçalves Margerin, directora de defensa de Amnistía Internacional en Estados Unidos. "Nuestra preocupación para los solicitantes de asilo es que el sistema de justicia [salvadoreño] no puede proteger a estas personas de ser víctimas de Barrio 18 o MS-13".

    Amnistía Internacional llama a El Salvador "uno de los países más peligrosos para ser mujer" en su informe más reciente sobre el país. El informe agrega que, como resultado de la violencia de pandillas y la falta de estabilidad del gobierno , también tiene una de las tasas de homicidio más altas del mundo: 3.605 salvadoreños fueron asesinados en 2017, 429 de los cuales fueron feminicidios. Y se reportó que 900 mujeres fueron violadas en 2017, entre casi 3.000 casos de abuso sexual que fueron reportados en total, según el Instituto Legal de Medicina de El Salvador.

    En los primeros cuatro meses de 2018, ya se habían cometido 155 feminicidios en el país; un aumento de más del 20% con respecto al mismo período del año anterior.

    Las dos pandillas dominantes en el país, Barrio 18 y MS-13, fueron fundadas en los Estados Unidos y traídas a El Salvador principalmente en la década de 1990, según InSight Crime, una organización que rastrea el crimen organizado en Latinoamérica.

    Excluir la violencia de pandillas y la violencia doméstica de las solicitudes de asilo contrasta con décadas de jurisprudencia estadounidense y contraviene las leyes internacionales de derechos humanos, dijo Katie Shepherd, abogada defensora nacional del American Immigration Council.

    Shepherd dijo que la decisión es "otro ataque más en la guerra de la administración contra los solicitantes de asilo auténticos".

    Las agencias de reasentamiento de refugiados dicen que están especialmente preocupadas por la guía del Departamento de Seguridad Nacional, emitida el 11 de julio, que instruye a la patrulla fronteriza y a los agentes de asilo sobre cómo instrumentar la resolución de Sessions. La guía presenta cinco puntos a tener en cuenta para los oficiales al decidir si se aprueba o no un caso de asilo, lo que incluye si la persona puede probar que su gobierno no puede o no quiere protegerlo, si podrían vivir en otro lugar dentro su propio país en vez de buscar asilo, y finalmente lo deja a "la discreción del oficial".

    "Hay muchas cosas erradas en esta guía", dijo Mark Hetfield, director ejecutivo de HIAS, una agencia de reasentamiento que trabaja con docenas de mujeres de El Salvador, Honduras y Guatemala que huyen de la violencia doméstica y de las pandillas. "Va a ponerse muy difícil si esta guía se implementa con éxito. Es escandaloso que esto se hiciera sin previo aviso o sin un período de comentarios, atrasando décadas la ley de asilo".

    Para E., volver al lugar de su violación y saber que la policía no puede protegerla es aterrador. Apenas sale de casa. Piensa ir a la Embajada de los EE. UU. para preguntar qué más puede hacer para que ella y sus hijos lleguen a un lugar seguro.

    "Me sentí feliz cuando regresó, pero por otro lado, tenía miedo por todo lo que le sucedió", dijo a BuzzFeed News su madre, que tampoco quiso usar su nombre por temor a represalias.

    "Aquí está feo para las mujeres. Bien feo. Hace poco desaparecieron tres niñas y luego una fue encontrada mutilada", dijo su madre. "Le dije [a E.]: 'Es mejor si te vas a otro lugar'".

    En su entrevista con el gobierno, le preguntaron a E. sobre su violación, "¿Por qué crees que esta persona la atacó específicamente?"

    "No lo sé. Le pregunté por qué lo hacía, si yo nunca había hablado con ellos y no tenía nada en su contra", contestó. "Me dijo que tienen derecho a hacerle eso a las mujeres y esa es la razón por la que hay tantas mujeres muertas".


    Este post fue traducido del inglés.