Estados Unidos dificulta el cruce de la frontera en Tijuana en espera de la caravana migrante

    Las tropas desplegadas por el gobierno de Trump estuvieron el martes alambrando y cercando uno de los puntos más concurridos de la frontera.

    TIJUANA, México — Los funcionarios de la frontera han cerrado múltiples carriles en el cruce entre Tijuana y San Diego —uno de los más concurridos del mundo— a medida que las tropas instalan alambrados, barreras y cercados en anticipación a una caravana de migrantes de Centroamérica que se acerca al puerto.

    Dichas acciones son las más recientes de una misión a cargo de miles de tropas que ha desplegado el gobierno de Trump en la frontera como resultado de la llegada de una caravana de migrantes. A medida que se acercan miles de centroamericanos, la Casa Blanca ha ordenado varias reformas políticas que abogados y expertos califican de legalmente cuestionables, ineficaces y dementes.

    La semana pasada, la administración denegó el derecho de asilo a los migrantes que cruzaran la frontera entre Estados Unidos y México de forma ilegal, una acción que pretendía dirigir a la gente hacia los puertos para facilitar el proceso de solicitud de asilo. Esos mismos puertos de entrada ya son el paraje de largas semanas de espera, lo que tiene preocupados a muchos por la forma en que se procesan las solicitudes, ya que, al parecer, muchos migrantes están siendo rechazados.

    A partir del martes, los militares ayudarán a “endurecer” los cruces de Otay Mesa, San Ysidro y las zonas intermedias en la frontera de California debido al “riesgo potencial para la seguridad que podría causar la caravana”, dijeron los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE. UU. en un comunicado. Se cerrarán tres de los 17 carriles en San Ysidro, mientras que en Otay Mesa se cerrará uno de los doce carriles mientras las tropas y los agentes fronterizos hacen las preparativos. Una estación de televisión local hizo tomas desde un helicóptero que mostraban las largas filas de tránsito que se dirigían a San Ysidro después de los cierres.

    Antiguos funcionarios de Seguridad Nacional señalaron el cierre como prueba de que al gobierno le importa poco que los inmigrantes presenten solicitudes de asilo cuando llegan a la frontera.

    “A fin de cuentas, quieren impedir que la gente presente solicitudes de asilo, y ya”, dijo John Sandweg, exjefe del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos en el gobierno de Obama. “No se trata de las supuestas razones que mencionaron en la normativa y la proclamación —para crear un proceso más ordenado—, tratan de impedir que la gente presente solicitudes de asilo y eludan los estatutos”.

    Los funcionarios fronterizos insistieron en que la llegada pendiente de la caravana hacía necesarias las acciones.

    “La CBP ha estado preparándose y seguirá haciéndolo para la posible llegada de miles de personas en una caravana que se dirige hacia la frontera de los Estados Unidos”, dijo Pete Flores, director de Operaciones sobre el Terreno en San Diego, en un comunicado. “Estos preparativos incluyen ejercicios de entrenamiento, el despliegue de personal adicional de la CBP y la colaboración con el ejército de los EE. UU. para endurecer los puertos de entrada y la zona fronteriza entre los cruces legales en los EE. UU.”.

    El representante Scott Peters, demócrata de San Diego, condenó la medida.

    “El gobierno de Trump sigue malgastando recursos federales y tratando como invasores armados a los refugiados que huyen de la violencia”, dijo Peters. “Cerrar los puertos de entrada y desplegar tropas en la frontera son decisiones terribles que no nos aportan más seguridad”.

    En el cruce, los viajeros se quejaron de las demoras causadas por los cierres de carriles y los preparativos realizados por los funcionarios fronterizos.

    “La espera es realmente larga porque la fila es muy lenta”, dijo Alfredo Ibarra, residente de 62 años de Ensenada, que cruza la frontera todos los días para ir a trabajar.

    “Obviamente esta gente teme la llegada de la famosa caravana hondureña. Pero creo que el Sr. Trump está demasiado asustado. Ni siquiera él tiene los medios para detenerlos porque está tratando de usar fuerza extrema para detenerlos, pero estas personas no se atreverían a cruzar ilegalmente, sobre todo si hay gente armada aquí”, dijo mientras señalaba a las tropas que se encontraban detrás de una barricada.

    Salvador Campos, un residente de 55 años de Tijuana que trabaja en seguridad en California, dijo que las barricadas van a hacer que la fila sea “aún más lenta” de lo que ya es en un día normal. Normalmente, tarda entre una hora y una hora y media en cruzar. Ya había esperado dos horas cuando un reportero habló con él y dijo que le había avisado a un compañero que iba a llegar tarde al trabajo.

    “No va a funcionar porque estas personas van a venir a pedir asilo en el paso peatonal”, dijo. “No van a pasar por los carriles de los automóviles; no lo creo. Esto no va a ayudar en nada y solo nos hará daño”.

    En octubre, el secretario de Defensa, Jim Mattis, firmó la orden que autorizaba el despliegue de tropas en la frontera. Mattis tiene planeado visitar la frontera de Texas el miércoles.

    Este post fue traducido del inglés.