Una mujer transgénero que formaba parte de la caravana migrante murió en custodia de inmigración en Estados Unidos

    "No quería venir a México; quería quedarme en Honduras, pero no pude. Ellos asesinan a la gente trans en Honduras. Tengo miedo de eso".

    Una mujer transgénero que formaba parte de la caravana de migrantes centroamericanos que llegó a la frontera de EE. UU. al principio del mes, murió el viernes en custodia, de lo que parecía ser un paro cardíaco.

    Roxana Hernández, de 33 años, murió bajo la custodia del Servicio de inmigración y control de aduanas (ICE, siglas en inglés), en el hospital de Albuquerque, Nuevo México. Había sido llevada a otro hospital en Nuevo México hace más de una semana con síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones asociadas con el VIH.

    Hernández pidió asilo el 9 de mayo en San Ysidro, Tijuana, Baja California, puerto de entrada, según Pueblo Sin Fronteras, que organizó la caravana. El grupo dijo que primero fue detenida por Aduanas y Protección de Fronteras de los EE. UU. (CBP, siglas en inglés) en las celdas de detención conocidas como "neveras" debido a lo frías que son.

    Además de ser frías, afirmó Pueblo Sin Fronteras, a Hernández le faltó alimentación adecuada y atención médica y fue detenida en una celda donde las luces estaban encendidas las 24 horas del día. El 16 de mayo, fue llevada a una unidad para transgéneros en el Cibola County Correctional Center, una prisión federal en Milan, Nuevo México, que contrata con el ICE.

    Al día siguiente, Hernández fue admitida en el Cibola General Hospital y posteriormente fue transferida vía ambulancia aérea al Lovelace Medical Center de Albuquerque, donde quedó en la unidad de cuidados intensivos hasta que murió, el 25 de mayo. La causa preliminar de la muerte fue paro cardíaco, según el ICE.

    En una entrevista con BuzzFeed News el mes pasado, Hernández dijo que huyó de Honduras en parte debido a la discriminación y la violencia que enfrentó por ser transgénero.

    Cuatro meses antes de unirse a la caravana, informó Hernández, ella estaba volviendo a pie a su casa cuando miembros de la pandilla MS-13 comenzaron a gritarle: "no te queremos en este vecindario, maldito maricón", antes de que la pandilla la violara.

    "Cuatro de ellos me violaron y a consecuencia de eso adquirí el VIH", le contó Hernández a BuzzFeed News. "La gente trans de mi barrio es asesinada y cortada en pedazos, y luego los tiran en sacos de papas".

    Parada en frente de una iglesia en Puebla, México, jugando con una cruz de plata en su cuello, Hernández dijo que las pandillas siguieron amenazándola y le dijeron que tenía que irse de la zona donde vivía en Honduras.

    "Yo no quería venir a México, quería quedarme en Honduras, pero no pude", afirmó Hernández. "Ellos asesinan a la gente trans en Honduras. Tengo miedo de eso".

    Hernández dijo que pudo reunir algo de dinero para ir a Guatemala. Su plan era volver a los EE. UU., de donde había sido deportada tres veces anteriormente. Tenía algunos familiares en los EE. UU., pero informó que no la aceptaban por ser trans.

    De Guatemala fue a México, donde finalmente se unió a la caravana de 1 200 a 1 500 migrantes que se dirigían al Norte.

    Stacy, una detenida de Cibola, dijo que conoció a Hernández en Tapachula, Chiapas donde ambas se unieron a la caravana que salió de la ciudad fronteriza el 25 de marzo. Cuando entraron a la detención del CBP en San Diego, aseguró que las pusieron en las celdas de detención o neveras, donde estuvieron durante cinco días.

    "Ella comenzó a toser mucho, le dolía mucho todo el cuerpo", afirmó Stacy en una declaración. "Cuando comía vomitaba, y tenía diarrea por la comida".

    Las autoridades de inmigración le gritaban por estar enferma, declaró Stacy, y cuando Hernández pidió ver a un médico, se lo negaron. Cuando Hernández llegó a Chibola, estaba muy enferma y fue con la enfermera de aquí, quién hizo que la llevaran al hospital en Chibola, dijo Stacy, quien cree que murió por complicaciones del VIH consecuencia de estar en las celdas de detención.

    "Desde que ella murió he soñado que ella está a mi lado; siempre estábamos juntas por México", informó Stacy. "A causa de lo que pasó, me siento mal y tengo miedo de que pueda pasarme lo mismo, ya que tengo VIH".

    Organizaciones defensoras de los inmigrantes, incluso Pueblo Sin Fronteras, Diversidad sin Fronteras, y Al Otro Lado, culparon a las autoridades de inmigración de los EE. UU. por la muerte de Hernández.

    "Roxy murió por negligencia médica por parte de las autoridades de inmigración de los EE. UU.", afirmaron los grupos en una declaración. "¿Por qué encarcelarla y torturarla de esta manera? Ella tenía una casa esperandola en los Estados Unidos. Podrían haberla dejado ir. De haberlo hecho, ella aún estaría con nosotros".

    Irving Mondragón, cofundador de Diversidad sin Fronteras, un colectivo de defensores de migrantes LGBTQ, declaró que a los inmigrantes se les niega la atención médica en las celdas de detención del CBP.

    "Los derechos humanos de todos son violados. Desde el momento en que entran allá no hay garantías", le dijo Mondragón a BuzzFeed News. "La gente había dicho que ella estaba segura porque había logrado llegar a los EE. UU., que la peor parte ya había pasado. Pero no es verdad; los americanos son una democracia imperial y tiránica. Solicitar asilo puede llevar a la muerte".

    Mondragón dijo que Hernández había estado enferma cuando se entregó a las autoridades en la frontera de los EE. UU., pero estaba de buen ánimo.

    "Me dijo que me quería. Tenía valor, pero estaba nerviosa con la idea de volver a entrar a los EE. UU.", afirmó Mondragón. "La recordaré como una persona tímida y respetuosa, siempre dando consejos a las chicas y compartiendo su comida".

    Mondragón dijo que está preocupado por las otras mujeres trans de la caravana que quedan en detención, muchas de las cuales están tomando tratamientos con hormonas y al menos una está tomando tratamiento para el VIH.

    En una declaración que anunciaba el fallecimiento de Hernández, el ICE informó que se suministra atención médica completa a los detenidos durante su permanencia en los centros de detención de la agencia.

    "Todos los detenidos del ICE reciben exámenes de salud de entrada médicos, dentales y mentales, dentro de las 12 horas de la llegada a cada instalación de detención, una evaluación de salud completa dentro de los 14 días posteriores a la entrada a la custodia del ICE o llegada a un centro, y acceso a llamadas diarias por enfermedad y atención de emergencia las 24 horas ", indicó el comunicado.

    Hernández iba para ser deportada sin ver a un juez de inmigración, un proceso conocido como expulsión expedita, informó el ICE.

    Hernández había entrado ilegalmente a los EE. UU. dos veces entre 2005 y 2009, y se le concedió el regreso voluntario a México porque afirmó a las autoridades que tenía la nacionalidad mexicana, según el comunicado del ICE. Posteriormente ingresó ilegalmente a los EE. UU. una tercera vez y fue deportada el 11 de marzo de 2014, después de ser condenada por reentrada ilegal.

    El comunicado del ICE también destacó que Hernández fue condenada por conducta lujuriosa, inmoral e indecente y por prostitución, cuando estuvo en Dallas en mayo de 2009, y también fue condenada por robo cuando estuvo en los EE. UU. en 2006.

    Jennicet Gutiérrez, organizadora nacional de Familia: Movimiento de liberación trans y queer, aseguró que el expediente de Hernández es irrelevante para el hecho de que murió en custodia del ICE.

    "Ellos son responsables de su muerte. Las mujeres trans siguen enfrentando violencia dentro y fuera de los centros de detención, y con frecuencia son forzadas a hacer trabajo sexual como un medio para sobrevivir", afirmó Guitiérrez. "Ella estaba tratando de encontrar seguridad en los Estados Unidos y ya no está con nosotros. Exigimos respuestas y justicia para Roxana".


    Este post fue traducido del inglés.