¿Qué tan cerca quedó la caravana de atravesar las barreras de la frontera de EE. UU. en San Diego? Resulta que no tan cerca.

    Las 42 personas de la caravana que cruzaron hasta el territorio estadounidense y fueron arrestadas durante el fin de semana solo llegaron a un sitio considerado "tierra de nadie", entre dos vallas fronterizas.

    SAN DIEGO — Las personas de la caravana que intentaron traspasar la frontera de EE. UU., entre Tijuana y San Diego, durante el fin de semana, lograron pasar solo una de las dos barreras fronterizas antes de ser frenadas por agentes fronterizos estadounidenses.

    Videos de la caótica escena vivida el domingo en la frontera, que desembocó en el cierre del puerto de entrada de San Ysidro, el cruce terrestre más usado en el hemisferio occidental, muestran a integrantes de una caravana de centroamericanos forzando una valla antes de ser repelidos por autoridades fronterizas, que lanzaron gas lacrimógeno y proyectiles pimienta.

    Lo que los videos no muestran es que aquellos que lograron traspasar la valla —una barrera construida con aluminio corrugado, utilizado para pistas de aterrizaje temporales durante la guerra de Vietnam, — fueron frenados por otra barrera más nueva y alta que no fue atravesada.

    Las 42 personas arrestadas por agentes fronterizos de EE. UU. durante el incidente del domingo fueron detenidas en el espacio existente entre la antigua valla y la sección más nueva, según lo que la Oficina de Aduanas y Protección le confirmó a BuzzFeed News. Ninguna persona atravesó la segunda barrera, la más nueva, dijo CBP. La segunda barrera es parte de un proyecto de $147 millones iniciado en junio cuyo fin es reemplazar alrededor de 22,5 km de muralla de chatarra de entre 2,5 m y 3 m de altura por una muralla de bolardos de entre 5,5 m y 9 m de altura, dijo CBP.

    “Descubrimos que las partes recién construidas del muro son muy eficaces”, dijo Ralph DeSio, vocero de CBP, en un mensaje a BuzzFeed Noticias. “No había aberturas a lo largo del área del muro fronterizo recientemente construido”.

    El hecho de que quienes tenían la intención de cruzarse nunca lograron llegar a la zona existente entre las dos vallas antes de ser confrontados por el gas lacrimógeno y los proyectiles pimienta, y que aparentemente no tenían posibilidades de traspasar la segunda barrera, brinda una nueva perspectiva sobre los acontecimientos del domingo, perspectiva que el presidente Trump ha utilizado como evidencia para respaldar su llamado a construir un muro fronterizo.

    Mexico should move the flag waving Migrants, many of whom are stone cold criminals, back to their countries. Do it by plane, do it by bus, do it anyway you want, but they are NOT coming into the U.S.A. We will close the Border permanently if need be. Congress, fund the WALL!

    En videos, puede verse a algunas de las 500 personas que participaron en la marcha del domingo haciendo a un lado partes de la primera valla. En determinado momento, estaban técnicamente dentro de Estados Unidos.

    “Avancen, avancen”, puede oírse decir a un hombre en un video.

    “Con calma, con calma”, dice otro.

    En esta zona, no es posible visualizar a agentes de EE. UU. mientras los migrantes fuerzan la valla. Pero momentos después, agentes fronterizos se acercaron hasta allí en vehículos y lanzaron gas lacrimógeno y proyectiles pimienta hacia la multitud, la cual huyó de inmediato luego de lanzarse la primera serie de disparos. Puede verse luego a algunos de los hombres más jóvenes lanzando piedras por sobre la valla.

    La marcha del domingo a la frontera en Tijuana comenzó de manera pacífica, pero pronto se transformó en una batalla campal luego de que la Policía Federal de México le impidiera al grupo andar por un paso a desnivel, e integrantes traspasaran luego una calle lateral en dirección hacia lo que se conoce como el cruce peatonal de El Chaparral, una plaza ancha que conduce al puerto de entrada estadounidense de San Ysidro.

    El grupo cruzó el río Tijuana, situado cerca de allí, donde otro grupo de centroamericanos sería atacado con gas lacrimógeno ese mismo día más tarde, y se abrió camino hasta un paso a nivel próximo. Allí fue donde forzaron la primera barrera y se enfrentaron con la barrera más grande que hay detrás de aquella.

    Tras el incidente, las autoridades de EE. UU. actuaron con rapidez para reforzar la seguridad en esa zona. Para el martes por la tarde, las aberturas en la primera valla habían sido cubiertas con chapas metálicas. Al menos una docena de agentes fronterizos estadounidenses de azul se posicionó entre las dos barreras, y otros tres habían tomado posiciones en una pasarela peatonal ubicada por encima de la segunda barrera.

    Del lado mexicano, los oficiales de la policía federal habían estado posicionados cerca de la zona, ubicados cerca de las vías ferroviarias con sus escudos y equipo antidisturbios sobre el suelo y frente a ellos.

    Tres hombres estaban reparando una valla del lado mexicano que habían sido destruida durante los acontecimientos del domingo, pero la zona parecía haber regresado a sus actividades normales: los taxis se acercaban a la calle situada justo frente a la valla, listos para transportar a las personas que recién habían cruzado hacia Tijuana desde Estados Unidos, y camionetas repletas de personas que se dirigían a la frontera para cruzarse a Estados Unidos.



    Este post fue traducido del inglés.