Alrededor de 4 millones de sirios han huido desde que estalló la guerra civil en su país en 2011, llevando consigo solamente lo que podían cargar.
Miles de esos refugiados ahora están fluyendo hacia Europa, y el sábado los sirios que habían estado varados en Hungría arribaron a Alemania.
El Comité Internacional de Rescate, una organización que trabaja con refugiados para ayudarlos a volver a asentarse en sus nuevos hogares, habló con algunos de ellos y les preguntó lo que tenían en sus bolsas.
Esto es lo que dijeron los miembros de la Comité Internacional de Rescate:
Yah Omran se aseguró de llevar algunos dulces mientras huía de Siria.
La mochila del niño de 6 años de edad tenía un par de pantalones adicionales y una camisa, una jeringa y vendajes para emergencias, un cepillo de dientes, pasta de dientes, y malvaviscos y crema dulce.
Aboessa, que huyó de Damasco, Siria, con su marido y su bebé, dijo al Comité Internacional de Rescate que saltaron en una balsa de goma y se dirigieron hacia Europa.
Cuando llegaron a Lesbos, llevaban medicamentos y agua estéril, protector solar, crema dental, un cargador de teléfono, y documentos personales. Ella también tenía un sombrero, calcetines, toallas para los cambios de pañal, y un frasco de comida para bebés para su hija de 10 meses de edad.
Un farmacéutico de Siria dijo que soñaba con ir a Alemania, pero estaba dispuesto a ir a cualquier lugar en Europa si podía continuar sus estudios.
En una bolsa pequeña, tenía un teléfono que se había mojado, un teléfono nuevo que funcionaba, cargadores de teléfonos, dinero envuelto en una bolsa de plástico, y una disco externo que tenía todas sus fotos familiares.
Una familia de siete mujeres, cuatro hombres y 20 niños huyeron de Alepo, Siria, con todos llevando dos bolsas cada uno. Pero cuando su barco comenzó a hundirse camino a Turquía, todo lo que pudieron salvar fue una de las bolsas.
Para la familia de 31 personas, todo lo que ellos llevaban consigo era ahora un peine, un paquete de toallas sanitarias, una camisa, jeans, zapatos, artículos de higiene, un pañal, dos pequeños cartones de leche y unas galletas.
Iqbal, un joven de 17 años de Afganistán, huyó a Irán y luego hizo el viaje a Turquía a pie. Llegó a Lesbos en barco, pero no estaba seguro de dónde acabaría luego.
Su único bolso contenía un par de pantalones, una camisa, zapatos, calcetines, artículos de tocador, un peine, vendas, dos teléfonos móviles y tarjetas SIM para Afganistán, Turquía e Irán. Él también tenía $100 en moneda estadounidense y 130 liras turcas.
Nour es un artista de 20 años de edad. "Me fui de Siria con dos bolsos, pero los contrabandistas me dijeron que sólo podía llevar una", dijo. "La otra bolsa tenía toda mi ropa. Esto es todo lo que me queda."
Una camisa, un rosario, un reloj roto de su novia, un pin de la bandera de Siria, un encanto palestino, unas pocas púas de guitarra, un teléfono celular, sus documentos personales, y un par de pulseras de madera y plata eran todo lo que quedaba.
