Ir directo al contenido

    Hallaron 40 crías de tigre muertas en un congelador en un templo de Tailandia

    Las autoridades hicieron el hallazgo mientras sacaban 52 tigres vivos de la famosa atracción turística. Advertencia: este artículo contiene imágenes que pueden resultar perturbadoras para algunos.

    Cuarenta cachorros de tigre muertos fueron descubiertos en un congelador en el famoso Templo del Tigre de Tailandia, el cual ahora está siendo acusado de maltrato y tráfico animal.

    El nefasto descubrimiento del martes se hizo mientras las autoridades tailandesas, que estaban trabajando junto a la Wildlife Friends Foundation, hacían una redada en el templo para sacar todos los animales vivos tras las acusaciones de crueldad contra los animales.

    El templo budista, ubicado en la provincia de Kanchanaburi, al oeste de Bangkok, es uno de los lugares favoritos de los turistas, con miles de visitas cada año donde se toman fotos con los tigres. Pero las organizaciones benéficas de animales han hecho un llamado durante años para que cierren el templo.

    Otros animales, incluyendo un oso y un manturón (una clase de gato osuno en estado vulnerable), también fueron encontrados dentro del congelador, al igual que partes del cuerpo de animales no identificados.

    "Estos animales nunca fueron registrados con las autoridades y quién sabe cómo murió este oso pardo (sic)", la Wildlife Friends Foundation Thailand (WFFT) dijo en una declaración en su página de Facebook.

    El grupo, que ha luchado durante años para que cierren la atracción turística, volvieron a hacer un llamado para un cierre definitivo que ponga fin a las "espantosas" prácticas del templo.

    Tom Taylor, subdirector de la WFFT, dijo que el grupo "no se sorprendió" con el descubrimiento de los cuerpos.

    "El templo simpre ha generado controversia", le dijo a BuzzFeed News. Taylor dijo que estaba enormemente agradecido por los esfuerzos de la policía provincial, así como del Departamento Nacional de Parques (DNP), que estaban trabajando para sacar los animales de las instalaciones.

    "Hemos luchado durante años y parecía una batalla interminable", dijo. "Nos dejó atónitos que por fin sucediera y el templo fuera llevado a la justicia".

    Adisorn Nuchdamrong, el director general adjunto del DNP, dijo que los cachorros muertos fueron encontrados en la cocina del templo.

    "Deben ser de algún valor para el templo, ya que los conservaron", le dijo a Reuters. "Pero no comprendo la razón".

    Confirmó que las autoridades estaban trabajando para extraer los 87 tigres vivos que quedaban en el templo, después de haber confiscado 52. El templo, oficialmente conocido como Wat Pa Luangta Bua Yannasampanno, ha permanecido cerrado a los turistas.

    En la página oficial del templo en Facebook, los funcionarios del templo negaron las acusaciones de que los animales vivos estaban siendo retirados por razones de crueldad y dicen que muchas de las heridas que se ven en los videos que el Departamento de Trabajo y Pensiones (DWP) ha mostrado de los tigres extraídos hasta ahora, fueron el resultado del propio maltrato del departamento.

    Taylor dijo que los tigres confiscados iban a ser reubicados en dos centros de vida silvestre, en otras partes de Tailandia. No iban a ser liberados en el medio silvestre, ya que han sido criados en cautiverio y tendrían pocas probabilidades de sobrevivir.

    Los monjes se habían resistido a la orden de retirar los tigres, informó la Associated Press.

    El canal local de noticias Khaosad informó que las autoridades encontraron las puertas del templo cerradas y los monjes se resistieron a sus esfuerzos en el primer día de una operación de tres días.

    Finalmente las autoridades pasaron una orden judicial a los custodios del templo y se les permitió ingresar al establecimiento.

    El templo ya ha sido acusado de tráfico de vida silvestre.

    Recientemente, una investigación de National Geographic dijo haber encontrado evidencia de que el templo estaba comerciando tigres vivos de forma ilegal.

    La investigación se desarrolló a partir de un informe de la organización australiana sin fines de lucro Cee4life (Educación Ambiental para la Preservación de la Vida), que parecía demostrar que el templo rompió tanto la legislación tailandesa como la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), que regula la cría y transferencia de tigres. El informe fue entregado a las autoridades tailandesas a comienzos de este año.

    El templo ha negado las acusaciones.

    Ocurre en un momento en que los conservacionistas están cada vez más preocupados por la supervivencia del tigre. En el siglo pasado, el número de animales ha sido diezmado por una combinación de deforestación, tráfico y caza furtiva. Se cree que hace cien años deambulaban aproximadamente 100,000 grandes felinos por 30 países asiáticos; hoy en día, ese número se sitúa con optimismo en 3200 en solo 11 países.