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    Esta madre escribió una poderosa despedida para su hija, fallecida por sobredosis

    "Solo quiero contar la verdad y ayudar a otras personas".

    Kathleen Errico, residente en Haverhill, Massachusetts, se niega a que el legado de su hija termine con su adicción a la heroína.

    Kelsey Grace Endicott, la hija de Errico, se encontraba en casa el fin de semana del viernes 1 de abril visitando a sus padres y a su hijo de dos años de edad, Camden.

    Había estado viviendo en la HART House, un centro residencial de rehabilitación en Tewksbury, y llevaba 10 meses limpia.

    Antes de que Errico se acostara, madre e hija charlaron un poco esa noche sobre los planes de Camden y Endicott. Endicott bajó las escaleras para tomar una copa de helado y ver la tele antes de acostarse, su rutina de cada noche.

    Pero Errico despertó de repente sobre las 3:45 de la noche, con una sensación extraña. Cuando oyó el televisor a todo volumen y vio a Endicott desplomada en su dormitorio, supo de inmediato que su hija había perdido la batalla de una década contra su adicción a la heroína.

    "Sólo deseaba despertarla", contó a BuzzFeed News. "Le rogué que despertara y ella, simplemente no lo hizo".

    Errico estaba enojada y triste porque su hija había recaído tan solo dos meses después de salir de rehabilitación y recuperar la custodia de su hijo. Pero cuando vio la causa de la muerte en el certificado de defunción de su hija, quiso que la gente supiera la verdad sobre la adicción.

    "Decía 'muerte repentina'", dijo Errico. "Y me dije, 'No, esto tiene que terminar ya. Esto va a acabarse aquí'".

    En un obituario brutalmente honesto publicado en The Boston Globe el 6 de abril, Errico describe la "heroica batalla contra la adicción" de su hija.

    Errico calificó la adicción como una enfermedad "despiadada" y escribió que es responsabilidad de los vivos "abrir nuestras mentes y corazones hacia aquellos que están enfermos y sufren".

    "Kelsey no quiere que lloremos por ella", escribe. "Quiere que luchemos por ella... Quiere contarnos su historia y que nunca olvidemos que era una mujer joven extraordinaria, con un futuro brillante, no una estadística".

    La necrológica fue compartida más de 50.000 veces y llevó a decenas de extraños al funeral de su hija el 8 de abril.

    "Sólo quería decir la verdad y ayudar a otras personas", dijo Errico.

    El obituario recibió muchos comentarios de personas que también habían perdido a sus seres queridos por la adicción a la heroína.

    "Necesitamos ayuda", escribió un comentarista que dijo haber perdido a su hijo por la adicción a la heroína. "No criticas, juicios u ostracismo."

    En una nota en Facebook que se ha hecho viral, Errico compartió el discurso que leyó en el funeral de su hija, como homenaje a Endicott pero también para aliviar a las familias de la vergüenza que acompaña a la adicción.

    "Su adicción le decía que no era digna", dijo Errico en el funeral en la iglesia de St. Michael en North Andover. "La heroína le decía: puedo hacer que te sientas aceptada, puedo hacer que te sientas bien, puedo hacer que te sientas digna, puedo hacer que te sientas normal, puedo hacer que te sientas amada, puedo hacer que no sientas nada y que todo va a estar bien."

    Pero lo que esto significó para Errico fueron muchas noches de insomnio, las que Endicott pasó en las calles de su ciudad natal.

    "Los padres de los adictos no duermen porque no saben si llegará esa llamada telefónica", dijo."Te rompe el corazón y lo único que deseas es poder salvar a tu hija".

    En la nota, Errico lamentaba la pérdida de la brillantez y el agudo sentido del humor de su hija. Endicott adoraba estar en la naturaleza, ir a pescar y dibujar en su cuaderno de notas.

    Endicott perdió su pasión por el arte durante sus años de adicción, pero desde que llegó a la HART House, había retomado su afición de nuevo.

    "Era un ser humano, una hija, una amiga, una prima", dijo Errico. "Era todo eso. No solo una persona adicta a la heroína".

    Errico y su marido, Paul, están considerando crear una fundación en honor de su hija para ayudar a otras familias que luchan contra la adicción.

    "Su muerte es lamentable", dice. "Nunca debió haber ocurrido. Pero si puede ayudar a otras personas que están sufriendo el mismo problema, no habrá muerto en vano".