Él es Ricky Ma, un diseñador gráfico de 42 años de Hong Kong y su robot, "Mark 1", basado en una famosa estrella de Hollywood que él rehúsa nombrar, según Reuters.
Pero solo toma unos dos segundos para darse cuenta que el robot se ve exactamente como Scarlett Johansson, que interpretó la voz de un sistema operativo telefónico llamado Samantha en la película nominada al Óscar Her.
El interés de Ma en el diseño surge de su fascinación de infancia con los robots y la animación, expresó Ma a Reuters.
Después de 24 años en la industria del diseño, Ma decidió que era hora de satisfacer su pasión por los robots, según su sitio web.
"Me di cuenta que solo debería hacerlo cuando el momento fuera oportuno y hacer realidad mi sueño", expresó Ma a Reuters. "Si hago realidad mi sueño, no tendré remordimientos en la vida".
En el último año y medio, Ma gastó alrededor de $51,000 para desarrollar a Mark 1, que puede mover sus brazos y piernas y crear expresiones faciales bastante acertadas.
Escalofriantemente acertadas, diría yo.
No solo puede moverse, sino también hablar.
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En una demostración, Ma habla a un micrófono y dice: "Mark 1, eres tan hermosa". El robot levanta las cejas y los músculos de alrededor de los ojos se relajan para suavizar la cara y responde: "Jeje, gracias".
Mark 1 es realista hasta la médula. Debajo de su piel de silicona tiene un esqueleto creado con una impresora 3D colocado en torno a sus partes mecánicas y electrónicas, según Reuters.
Pero el camino a la versión propia de "Samantha" de Ma no ha sido sencillo.
"Cuando uno ve todo junto puede notar que ha sido muy difícil", dijo Ma.
El hombre tuvo que aprender electromecánica y programación, así como técnicas para las partes internas de la piel del robot.
El método de prueba y error del diseñador gráfico capacitado conducía con frecuencia a situaciones en las que los motores eléctricos se quemaban y el robot perdía el equilibro y se caía.
Ma escribe en su sitio web que los robots como Mark 1 pueden "ser líderes en el mercado mundial".
Puede utilizarse para trabajos de alto riesgo o como ayudantes de profesor, maniquíes de moda o exhibidores de productos o películas.
Ma espera que un inversor compre su prototipo, según Reuters. El hombre piensa escribir un libro sobre sus experiencias para otros entusiastas de los robots.
Lo único que sigue sin quedar claro es si Scarlett Johansson se ofrecerá para darle voz a la creación.
