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    Esta pareja de lobeznos podría salvar a su especie de la extinción

    Buena suerte, Brooke y Blaze.

    Estos son Brooke y Blaze, dos lobos grises mexicanos nacidos en el Zoo Brookfield, Illinois. Y juntos se han embarcado en un viaje para salvar a su especie.

    Los funcionarios del zoo dijeron esta semana que se han trasladado dos crías a Arizona, donde se han incorporado a una madriguera de lobos salvajes donde habían nacido cachorros recientemente.

    Se espera que la manada de Elk Horn acoja a Brooke y Blaze como suyos propios, criándolos hasta que sean adultos para que los hermanos puedan contribuir a la diversidad genética de una población menguante. Es importante hacerlo, puesto que, según los funcionarios del zoo, solo quedan 97 lobos grises mexicanos salvajes.

    Blaze y Brooke son los segundos cachorros nacidos en cautividad trasladados a una manada salvaje bajo el programa de reintroducción federal.

    El acogimiento, según el cual se traslada a los cachorros a una camada de edad similar para que la manada receptora los críe como si fueran suyos, es parte de una colaboración entre varios organismos federales y estatales, zoos, la Tribu Apache Montaña Blanca y organizaciones privadas.

    Antes de marcharse del Zoo Brookfield, a los dos cachorros de 5 días de edad se les hizo exámenes para asegurase de que estaban sanos y preparados para el viaje.

    «Estamos muy orgullosos de poder contribuir en este importante esfuerzo de conservación de la población de lobos grises mexicanos» afirmó en unas declaraciones Bill Zeigler, vicepresidente superior de la Sociedad Zoológica de Chicago, que dirige el Zoo Brookfield.

    Hubo un tiempo en el que se estimaba que había 4000 lobos grises mexicanos en el centro y norte de México y en el suroeste de EE.UU. Pero las campañas anti depredadores que comenzaron sobre 1900 diezmaron la población y hacia 1976, se les colocó en la lista de especies en peligro de extinción.

    Ahora se les considera la subespecie más rara de lobos grises de Norteamérica, según los funcionarios del Zoo Brookfield.

    ¡Cuidad el uno del otro ahí fuera!