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    Las mujeres refugiadas se vistieron de lo que querían ser cuando grandes

    "Cuando era pequeña, mi hermano siempre me decía que una mujer no podía ser piloto, pero en el fondo yo sabía que eso era lo que quería ser".

    Según Naciones Unidas, se han registrado alrededor de 4,6 millones de refugiados sirios desde que estalló la guerra en el país hace varios años. De ese número, aproximadamente 2,4 millones son menores de 17 años.

    Hace poco, el Comité Internacional de Rescate envió a a la fotógrafa Meredith Hutchison a dos campos de refugiados en Jordania para reunirse con niñas y preguntarles sobre sus sueños y esperanzas.

    El proyecto, denominado "Visión y no víctima" registró a las niñas haciendo dibujos sobre lo que querían ser cuando grandes, ahora que habían escapado de la guerra.

    Luego, cada una de las niñas participó en una sesión de fotos basada en los dibujos que habían hecho de sí mismas cuando grandes. Además se les dieron copias de las fotos para que se las mostraran a sus familias y las guardaran como recuerdo de sus metas.

    Estas son algunas de las fotos con descripciones de las niñas sobre su futuro:

    Fátima, 12 años, futura maestra

    "En esta imagen, está muy temprano y estoy esperando a mis alumnos en el salón de clases. Les enseño a leer y a escribir árabe a niños pequeños. Soy una persona caritativa y amable, y por ende la maestra perfecta. Soy estricta pero me esfuerzo mucho por ser paciente y ayudarles a los estudiantes que tienen dificultades".

    Malack, 16 años, futura oficial de policía

    "Siempre he querido ser una mujer policía porque la policía no solamente ayuda con la seguridad de las personas sino que también es responsable de la justicia en la sociedad. Todos los días me despierto, voy a la estación y luego a la ciudad para ver en qué puedo ayudar. También trabajo para inspirar en otras mujeres el deseo de ser policías: las apoyo para que sueñen con su futuro y reflexionen sobre la manera de superar los obstáculos".

    Fátima, 11 años, futura cirujana

    "En esta imagen, estoy estudiando los rayos X de un paciente para determinar qué le está causando dolor en el pecho. En este momento de mi vida, soy una cirujana reconocida en la región. Atiendo a muchos pacientes, pero el paciente que más cuido, el que me motivó a ser doctora es mi padre que tiene muchas complicaciones de salud. Ser capaz de ayudar a mi padre me da más fortaleza, tenacidad y capacidad".

    Muntaha, 12 años, futura fotógrafa

    "Desde pequeña me encantaba tomarles fotos a las personas. Me gustaba mucho ir a diferentes eventos y documentar lo que estaba pasando, tanto lo bueno como lo malo.

    Ahora que soy fotógrafa profesional, utilizo mis imágenes para darles esperanza a los demás, para fomentar el amor y la comprensión".

    Rama, 13 años, futura doctora

    "Cuando era pequeña y caminaba por las calles de Siria o Jordania, me encontraba con muchas personas sufriendo, enfermas o heridas, y siempre quise tener el poder y las habilidades para ayudarlas. Ahora que soy una doctora reconocida en mi comunidad, tengo esa habilidad. Aliviar el dolor de alguien es la mayor recompensa de mi trabajo. Tener la capacidad de hacerlos sentir mejor y de sonreír es lo que más me gusta de mi trabajo".

    Fátima, 16 años, futura arquitecta

    Siempre he querido ser arquitecta. Aunque cuando era pequeña, la gente me decía que eso no era algo que una mujer podía lograr y me insistían en dedicarme a una profesión más "femenina". Aunque yo siempre soñaba con hacer casas hermosas para las familias y diseñar edificios que les dieran alegría a las personas. Ahora que cumplí mi meta, espero ser modelo para otras mujeres, demostrándoles que nunca deben rendirse en la búsqueda de sus sueños sin importar lo que otros digan.

    Merwa, 13 años, futura artista

    "En esta imagen, soy una artista conocida y estoy trabajando en un paisaje al óleo. Cuando era pequeña, mi pasatiempo era pintar pero a medida que fui creciendo me di cuenta de que tenía mucho talento y comencé a estudiar arte en la universidad. Ahora tengo mi propia galería y allí vendo mis cuadros y esculturas. Tengo la esperanza de que mi trabajo inspire paz en el mundo y motive a las personas a ser amables con los demás".

    Haja, 12 años, futura astronauta

    "Desde que empezamos a estudiar el sistema solar en la primaria, quise ser astronauta. Me imaginaba en el cielo descubriendo cosas nuevas. Me encanta ser astronauta porque así puedo ver el mundo desde otro ángulo. El camino no fue fácil porque la sociedad te dice que una mujer no puede ser astronauta. Ahora que cumplí mis metas, les diría a las mujeres jóvenes que no tengan miedo en lograr sus aspiraciones y hablen con sus padres sobre lo que quieren y por qué lo quieren para tener siempre confianza y saber a donde quieren llegar."

    Fátima, 11 años, futura oficial de policía

    "Soy una mujer policía seria pero amable, respetada y modelo para la comunidad. La gente no me tiene miedo pero me llaman cuando tienen problemas. Les enseño a respetarse y a quererse. Lucho por la justicia. Ayudo a los inocentes".

    Bassima, 17 años, futura chef

    "Siempre me ha gustado mucho cocinar. Cuando era pequeña, pasaba mucho tiempo en la cocina con mi mamá aprendiendo a inventar diferentes platos. Era muy buena para la cocina. Ahora que soy chef, tengo mi propio restaurante y soy la que diseño el menú, también tengo una tienda en la que produzco y ofrezco diferentes productos lácteos como leche, quesos y yogurt".

    Nour, 16 años, futura abogada

    "Quiero que la violencia contra la mujer se termine. Quiero que las mujeres puedan tomar decisiones para la comunidad y dar su opinión sin miedo. Quiero que la sociedad sea abierta y le dé espacio a las mujeres de ser lo que quieran ser. Por eso, decidí ser abogada. Cuando era pequeña, mi mamá me decía que yo era valiente, honesta y que podía ser una excelente abogada para luchar contra la injusticia. Seguí su consejo y ahora soy una abogada acreditada que trabaja por los derechos de las mujeres y defiende a las que son víctimas de la violencia en los hogares".

    Amani, 10 años, futura piloto

    "Me encantan los aviones. Antes de haber montado en avión, ya sabía que quería ser piloto. Volar es muy emocionante, toda una aventura. Cuando era pequeña, mi hermano siempre me decía que una mujer no podía ser piloto, pero en el fondo yo sabía que eso era lo que quería hacer. Terminé mis estudios y busqué la manera de estudiar aviación. Ahora, no solamente estoy viviendo mi sueño sino que también ayudo a las personas a viajar, conocer el mundo y descubrir nuevos lugares".

    Hiba, 9 años, futura pediatra

    "Siempre he querido ayudar a los niños y por eso decidí ser pediatra. Soy amable y cariñosa, por eso soy una excelente doctora en la que los niños pueden confiar".

    Nesrine, 11 años, futura oficial de policía

    "La primera vez que vi a una policía mujer tenía 11 años. Antes nunca se me había ocurrido ser policía. En esa época, ni siquiera estaba estudiando pues simplemente no me interesaba. Pero cuando descubrí que ese era mi sueño, empecé a esforzarme por estudiar y cumplirlo. Ahora que soy policía, ayudo a muchas personas que están en peligro o tienen problemas y motivo a las mujeres jóvenes a seguir estudiando para poder cumplir sus metas".