De niño, Durga Kami quería ser maestro.
Hoy, Kami, de 68 años, quien tiene seis hijos y ocho nietos, va a la escuela seis días a la semana, pero como alumno de 10° grado en una escuela secundaria de Nepal.
Kami dijo que no pudo ir a la escuela de niño porque su familia era muy pobre. Cuando su esposa murió hace unos años, él decidió hacer algo al respecto y se inscribió en una escuela local para combatir su soledad. Dado que sus hijos adultos han dejado el hogar hace tiempo, él vive solo en una casa de una sola habitación en un pueblo situado en una colina en Syangja, un distrito ubicado a unos 240 km de Katmandú, la capital del país.
"Voy a la escuela para olvidar mis penas", dijo Kami en una entrevista con Reuters. A pesar de su edad, Kami dijo que seguirá estudiando hasta que muera y espera que esta historia aliente a otros a ignorar las barreras de la edad. "Si ven a una persona mayor con barba canosa como yo en la escuela, tal vez también se motiven", dijo.
De acuerdo a un informe de la ONU de 2012, la tasa de alfabetización de adultos de Nepal es de apenas un 58% (en comparación, la tasa de alfabetización de jóvenes es de alrededor del 90%) y su gobierno dice que 1,74 millones de adultos de su población están inscriptos en más de 20 000 clases en todo el país. Nepal alberga a alrededor de 27 millones de personas.
El próximo año, Kami se unirá a más de medio millón de estudiantes que tomarán un examen nacional para recibir el diploma educativo, comúnmente conocido como “Puerta de hierro”. Es considerada la puerta de entrada a una carrera académica. Kami le ha contado a sus compañeros de clase que se afeitará la barba si pasa el examen.
La semana pasada, Navesh Chitrakar, de Reuters, pasó un tiempo con Kami en su pueblo.
